lunes, 19 de agosto de 2013

Call to greatness.

Esas tres palabritas que leí en la web de Henry Rollins me volaron tanto la cabeza que estoy considerando tatuármelas. Como "Watch me rise" y "Abandonar no es una opción".
Re que no tengo plata.
Pero planeo. Planeo. 
Yo planeo todo.
Soy mandada a hacer para planear cosas.
Y no hacer nada, obvio.

Bueno, igual a partir de este texto que leí de Rollins, algunas cosas comenzaron a cambiar.
No me voy a poner a contar acá de qué se trata específicamente, pero puedo decir que todo ésto me tiene muy motivada.

Peeeeeeeeeero, no todo es tan fácil.
El temita del fantasma rondando cerca suele no dejarme dormir o angustiarme al punto de ponerme a escribir en el blog. Siempre recurro a ésto en casos de desesperación, vaya uno a saber porqué.

Que, bueno, a decir verdad, no me hace falta pensar mucho al respecto.
La respuesta es fácil.

No me escuchan.
Y no es que me esté poniendo en pelotuda, de no saber distinguir entre "no me escuchan" y "sí me escuchan, no me dicen lo que quiero escuchar, no me sirven, por tanto no me escuchan". Superé esa etapa a long time ago.
Ésto es algo con lo que vengo acarreando desde que aprendí a hablar, más o menos.
Pasa por cosas simples como estar contando algo y que me interrumpan. 
O que me cambien de tema.

Y como soy tan pero tan pero tan pelotuda, tampoco sé hablar.
No sé cómo actuar tampoco cuando ponen por unos segundos su atención en mi.

A veces siento que hablan tan alto que no me dejan escucharme ni a mi misma.
¿Saben lo horrible que se siente eso? 
No, seguramente no. Porque están muy ocupados hablando.
A las dos orejas las tienen al vicio. Con media les alcanza.
Morrissey sabe más de mi que cualquiera de ustedes.
Y este blog.
Que es mi balde de vómitos.

Hoy estoy calmadamente enojada. Si es que eso es posible. Y si no era posible, yo lo hice posible. 
Vine acá a escucharme un rato.
Ahora me voy, para dejar respirar a ésto. Porque soy, ante todo, considerada.








Others conquered love, but I ran. I sat in my room and I drew up a plan. But plans can fall through as so often they do, and time is against me now.
And there's no one left to blame. Tell me, when will you? When will you accept your life? The one that you hate. For anything is hard to find.
When you will not open your eyes? Everyday you must say how do I feel about my shoes.
They make me awkward and plain. How dearly I would love to kick with the fray. But I once had a dream and it never came true. And time is against me now, time is against me now.