No pertenezco a nada.
Y me quiero ir.
No sé a dónde, pero me quiero ir.
Ahora. Ya.
Necesito vacaciones del mundo.
De la gente que conozco.
De los lugares que frecuento.
De las costumbres.
De las cosas que suelo hacer.
Admito que un poco de envidia me da verlos así, tan cómodos con sus vidas, tan geniales, tan relajados.
¿Cómo hacen para vivir en un mundo como este?
Yo no paro de sentirme sapo de otro pozo.
En mi casa, afuera, conmigo misma, en todo.
Me generan una sensación de asco, también. Envidia y asco.
No los entiendo y no sé si está bien, si está mal, si está bien y mal, si debería pegarme un tiro, no sé nada.
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