El Emperador [FloresNegras] .~

~ Esas manos no son normales . Esas manos son especiales .

Esas manos dan nuevos significados . Perpetúan sentimientos, momentos, frases, recuerdos .

Esas manos marcan . A la estética de muchos, es poco convencional . Pero, qién dijo qe eras normal ?

Esas manos traen sensaciones . Dibujan nuevos colores . Qitan podredumbres . Limpian seres . Imprimen caricias .

Surcan líneas imaginarias en mi cuerpo . De la cadera al hombro, del hombro a la cadera .

Hacen más peqeña mi cintura, le dan nuevos aires, casi como besos .

~ Ahi me refugié cuando no sabía cómo escapar de la tormenta qe me moja ahora .
Podría qedarme entre tus hombros por una eternidad . En esa seguridad qe emanan, qe me hicieron pensar qe todo el pasado valió la pena y qe podía morir feliz si no había un mañana .
Me hicieron pensar [y aún lo sostengo] qe eso sí fue amor en su estado más puro y no otra cosa .
Qe me brindaron esa protección qe tiempo atrás me qitaron y no volví a sentir .
Qe habiendo podido destrozarme, eligieron abrazarme y dejarme encontrar en tu respiración el aire qe a mi me faltaba .

~ Una cosa me qeda por hacer . Hacerte saber qe yo ahi dejé mi marca con esa cosa qe te arranca y te destroza el corazón .
Porqe hay algo qe nos marcó a los dos . Con el tiempo se verá qé efectos tuvo ésto tan efímero . Qe así, tan fácil como llegó, se descarriló y nos hizo tomar vidas casi paralelas . [en sentidos metafóricos con los cuales un analista se haría un festín]
Pero qiero antes imprimir en tus labios ese beso qe qedó colgado un día en mi frente , y qe hoy no cae de mi mejilla . Y vas a sentir el rechazo qe me empuja hoy a verte y no decirte jamás lo qe siento [qe siempre fue en vano] .

"A la derecha, la impotencia del Río de la Plata le recordó la fuerza de los brazos que la habían sujetado pocas horas atrás. Sacudió la cabeza para apartar las imágenes, sin remedio. No podía olvidar. Lo vivido la noche anterior agitaba las memorias de una parte de su vida que deseaba enterrar para siempre y simular que jamás había existido; todo en vano, pues el pasado se abría camino y tomaba impulso como si del presente se tratase."

"Volvió a evocar al cuarto arcano, el Emperador, y al dios Marte, el guerrero, y se convenció de que madame Odile no se había equivocado. Blackraven era un emperador, un guerrero, pero para ella reservaba una suavidad que a otros ocultaba, quizá para preservarse. Ella misma, al conocerlo, había creído que Blackraven era pura prepotencia y ferocidad. Ahora sabía que en él confluían la pasión y la razón, y se preguntó cómo lograba equilibrarlos. Resultaba admirable que su naturaleza se rigiese tanto por el intelecto como por las emociones. Él podía ser tormenta y calma." ("El cuarto arcano", Florencia Bonelli)